“Los recuerdos dolorosos que hacen sombra a los buenos momentos son los que cambiaron mi realidad”
Este artículo fue originalmente escrito por Paul Hudson para Elite Daily.
Una vez conocí a una mujer que me cambió la vida. Sin ella no podría ser la persona que soy hoy. Eso es lo que el amor verdadero le hace a una persona: te cambia y hace que tu vida tome un rumbo diferente.
Algunas historias de amor tienen un final feliz, ambas personas pasan sus vidas juntos, envejecen juntos y se van de este mundo felices. En esos casos, el cambio que crean en cada uno es visible: si no hubiesen pasado sus vidas el uno con el otro, sus vidas no serían lo que son.
Lo que aprendí es que cuando encuentras el amor verdadero, se queda contigo. Te cambia y continuará cambiándote a medida que pasen los años. Aunque ya no estén juntos.
El amor verdadero puede ser algo que nos sobrepase, especialmente si es la primera vez que lo experimentas. Recuerdo lo increíblemente emocionante que era todo. Cada despertar estaba lleno de pensamientos amorosos y placenteros. Los días eran más brillantes. El mundo era más colorido. La vida parecía tener más energía que antes.
Nunca había sido tan feliz y estoy seguro que no soy la única persona en el mundo que ha experimentado algo como esto.
Pero no fueron estos buenos momentos los que me dejaron esta impresión que aún dura. Por supuesto que sigo recordando esos grandes momentos de vez en cuando… pero no fueron las risas lo que más me cambió. Fueron los recuerdos dolorosos que le hacen sombra a esos buenos momentos los que cambiaron mi realidad.
El problema con el dolor que se siente cuando pierdes a tu amor verdadero es que toma tiempo en formarse y volverse real. No es algo instantáneo, no es que te rompan el corazón y aprendas tu lección de forma instantánea. Las penas del corazón no se viven en un solo momento, los corazones pueden quebrarse y romperse de forma infinita.
Lo bueno que se genera con todo esto es que se genera una oportunidad para aprender más de ti mismo con cada día que pasa. Siempre y cuando seas honesto contigo mismo, podrás ver de forma detallada la persona en la que te has convertido. Lo que hace este amor perdido es mostrarte a tu “yo” real.
Lo malo es que, al intentar seguir con tu vida, puede que hayas logrado hacer que el recuerdo de este amor se convierta en algo permanente. Es posible que tu amor perdido nunca deje tu mente realmente, y lo recordaras de vez en cuando pero no es algo malo.
La relación que una vez tuviste con esa persona te hizo mejor y te convirtió en quien eres hoy. Amaste, reíste, lloraste y cambiaste tu vida.
No es nada malo, simplemente no querrás olvidar el pasado que te enseñó estas muy necesarias lecciones.
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